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domingo, 18 de octubre de 2009

PUEBLO NUEVO, EL ANEXO DESAPARECIDO

PUEBLO NUEVO, EL ANEXO DESAPARECIDO
Muy cerca de la fábrica al lado este, hace unos sesenta años existía un anexo (Centro Poblado) denominado Pueblo Nuevo, este pequeño poblado empezaba desde el edificio conocido como el beneficio café y se extendía hasta la acequia de los Iturrias. Nos relatan don Julio César Salazar Berríos, don Martín Olivos Rodríguez y don Asunción Santa Cruz Torres, que por el año 1938 este pequeño anexo ya tenía unos diez viviendas, y en poco tiempo creció llegando por el año 1945 a unas doscientos viviendas. En su mayor parte, estas casas fueron construidas con paredes de quincha, que era un material consistente en muros de caña tramada y recubierto de barro, con techo a dos aguas de broza y vigas de algarrobo sostenidas por horquetas en cada esquina. Otro gran grupo de casas de la principal calle llamada Limari en recuerdo a un barco de vapor que encalló entre Santa Rosa y Pimentel (hasta la fecha se puede ver) y que los señores de la Piedra lo compraron para extraer las maderas y chatarra con las que se construyeron todas estas casas, las otras calles llevaban por nombre, calle de los caballos, calle de la Alameda y calle la Fortaleza de Sacsahuamán, llamada así por el gran muro hecho de barro. Pueblo Nuevo por su cercanía a la fábrica se convirtió en el lugar preferido de distracción de la mayoría de obreros por ser el tradicional lugar de la chicha, en esos tiempos la cerveza no se conocía. Entre las chicherías más concurridas estaban la Nº 17, la del cholo Eneque, la china Antonia, la salta pa tras, chapa gorda y cansa brazo la mayor parte de esta chicha era preparada allí mismo, pero también las hubo de Monsefú, con su popular clarito que se vendía en botella tapada con corcho y bien amarrada por que después de tres días esta podía explotar. La ampliación de la fábrica y la construcción del nuevo trapiche Humaya obligaron a este pueblo trasladarse a la ranchería para formar el nuevo barrio llamado “Las Delicias” allá por el año 1951

LA CHICHA, UNA VIEJA TRADICIÓN POMALQUEÑA

LA CHICHA, UNA VIEJA TRADICION POMALQUEÑA
La Real Academia de la Lengua Española y otros autores, nos señalan que la palabra chicha tiene su origen en el vocablo chichab, palabra perteneciente al dialecto kuna (los kuna fueron antiguos pobladores de Centroamérica) y chichab era el nombre que este pueblo daba al maíz, sin embargo según el aztequista Luís Cabrera, el origen de esta palabra estaría en la lengua náhuatl (lengua aborigen de México). Dice Cabrera que chichiatl, es una palabra compuesta que significa "agua fermentada", compuesto con el verbo chicha (agriar una bebida) y el sufijo -atl'(agua), dejando este tema a los especialistas en lengua, y recogiendo nuestras historias, parece ser que la chicha nace en el Perú de casualidad. Según se cuenta durante el reinado de Túpac Yupanqui las lluvias erosionaron los silos donde se guardaba el maíz, como resultado, los granos de maíz fermentaron y en los depósitos de arcilla se formó la malta de maíz. El Inca para evitar desechar el maíz, ordenó distribuir la malta para que fuera aprovechado en forma de mote pero este producto se agrio y la terminaron desechando. Aquí es cuando se descubre: un hambriento, rebuscando en los desperdicios encontró este maíz y la consumió dándose una borrachera de “Padre y señor mío” que escandalizó a todos sus vecinos y que nunca antes se había visto semejante ridiculez. .Este sería el más lejano antepasado peruano de nuestros ilustres chicheros, lástima que no se conoce su nombre. Y fue así como en el antiguo Perú, se descubrió la propiedad del maíz fermentado Y cual sería entonces la historia del consumo de la chicha en nuestro Pomalca.
Nuestros más antiguos pobladores nos relatan que el desaparecido Pueblo Nuevo era el lugar tradicional y el más cercano a la fábrica donde encontrar esta tradicional bebida, En la ranchería fue muy concurrida la chichería de la señora Josefa donde se encontraba chicha en botella. Por la gran demanda de esta popular bebida llegaron familias provenientes de la zona de Monsefú y el antiguo Larán con mujeres que traían con ellas los conocimientos de como preparar la chicha, aquella que tenía como ingredientes la jora y el chancaca obteniendo la famosa chicha colorada, luego después la endulzaron con azúcar perdiendo su color característico. Estos ingredientes mas algunos “secretos” sometidos a nocturnos hervores también daba como producto la “chicha embotellada”, botella de cristal, tapa de corcho anudada con un pabilo o cabuya. Dejaban dormir esta chicha en sus envases por tres días y “era como haber encerrado al diablo en esos envases”. Actualmente la demanda de chicha ha disminuido y las vendedoras se han concentrado en la primera cuadra de la av. San Martín y Jorge Chávez donde concurren los más diversos sabores de Ventarrón, Collús y Casa de Madera

Cuentos y leyendas de Pomalca

CUENTOS Y LEYENDAS
LA ROCA GIGANTE DE LA CARRETERA POMALCA – VENTARRÓN
Santiago estaba de regreso de Ventarrón en su auto, hasta donde había hecho una carrera, era ya media noche y todo a su alrededor estaba muy oscuro, la luna no estaba y la penumbra del cerro Boro – Ventarrón hacia la noche aún mas tenebrosa, estando ya cerca a la curva para alejarse del cerro, Santiago escucho un gran ruido que provenía desde lo alto del cerro como si se estuvieran rodando las piedras y en pocos segundos una roca llegó hasta el centro de la carretera y se quedó delante de él impidiéndole el paso, asustado él, bajó la velocidad del auto y de pronto empezó a ver como esta roca iba aumentando de tamaño hasta llegar a una altura de unos 5 metros, su cabeza también le parecía crecer y sintió que sus pelos se le erizaron, reaccionando empezó a rezar, aceleró su auto y virando un poco hacia el cuartel de cañas esquivó a esta gran roca, sin mirar atrás condujo su auto hasta su casa donde tuvieron que darle agua de azar para recuperarlo del gran susto. Santiago fue unos de los tantos choferes de Pomalca que en este lugar han tenido estos terribles encuentros de medianoche. Este gran fantasma quizá sea una de los engendros del cerro Boró y el diablo ya que aquí se hicieron los compactos y muchos sucesos macabros desde la época de la hacienda.
LAS ALMAS QUE PENAN EN LA FÁBRICA
A la media noche por los calderos y por los baños de la fábrica se ha vuelto muy común entre los obreros observar las almas de los que accidentalmente han perdido la vida, el centenar de victimas que hasta la fecha ha cargado la fábrica desde que los hacendados Gutiérrez La Torre la construyeron por el año 1869, ha cargado de muchos misterios y temores justificados a los trabajadores que especialmente del turno nocturno tienen que estar solos por estos lugares, las visitas de los curas desde hace mucho años para pedir por el descanso eterno de esas almas hasta la fecha no ha podido librarlos del todo, o tal vez sean nuevas almas las que continúan rondando o quizá “trabajando” sin darse cuenta de lo que les sucedió pues la muerte violenta no les permitió ser consientes de lo que les sucedió. Nos cuentan un último caso sucedido a Juan, una noche mientras él pasaba por los calderos, encontró a un “pata” de espaldas a él, la curiosidad por saber de quien se trataba, por que no le era conocido lo animó a hablarle, y al no ser atendido se acercó mas y le dio una palmada en la espalda diciéndole: Y compadre que tal. El misterioso obrero entonces giró la cabeza hacia él y sin decirle nada le movió la cabeza en señal de sentirse mal, de su boca le chorreaba sangre que manchaba toda su camisa, Juan reconoció a su ex compañero de trabajo que hace poco tiempo murió accidentalmente y de la impresión cayó al piso, minutos mas tarde fue encontrado inconsciente por sus compañeros de trabajo quienes lo auxiliaron de este terrible encuentro.

UN CIMARRÓN LLAMADO BORÓ
Un negro y robusto descendiente africano llamado Boró había fugado de la esclavitud en tiempos de la hacienda hallá por los años 1850. Él se había ganado la mala fama por su atrevimiento de asaltar a todos los serranos que en caravanas de bestias de carga formadas con mulas, caballos y burros llegaban de la sierra con sus papas, quesos, gallinas, ovejas, tejidos de lanas, remedios, entre otras cosas para venderlos y así poder comprar productos de la costa para llevarlos a su tierra. Boró les salía a su encuentro y les decía que se veía en la obligación de pedir comida por que era esclavo fugado y nadie le daba trabajo. Él, gustoso recibía lo que le ofrecían y no les exigía otras cosas que no le ofrecían voluntariamente. Así también salía al encuentro de comerciantes que se dirigían a la sierra llevando ropas, alimentos y otros productos de la costa. Tal fue su fama, que los comerciantes al acercarse a la zona donde Boró les salía al encuentro, estos le preparaban “Una bolsa” para ofrecerle y poder pasar tranquilos.
Nos relata dos Oscar Míñope que gente muy antigua le conversaban de este negro Boró, que después de salir al encuentro de todos estos caminantes y “recibir” sus víveres y ropa, corría a esconderse en dirección de un cerro donde vivía oculto en unas cuevas. Por esta razón y por la fama que logró a este cerro se le bautizó con el nombre que hasta hoy conocemos como cerro “Boro”.

EL FANTASMA DEL GRAN PERRO GUARDIAN
El fantasma de un terrible perro guardián al cual no se le ha escuchado ladrar, pero con su sola presencia ha dejado paralizado a muchos se le ha visto rondando en las noches por la bagacera y la fundición así como también por El Combo cuidando las bombas de agua, los vigilantes motorizados los han visto y de temor han pedido que los manden en pareja. Este gran perro aterroriza a quienes lo ven por el gran brillo de sus ojos que como rayo de luz lanza a sus ocasionales víctimas que con intenciones de coger algunas cosas se les aparece encegueciéndolos de inmediato y cuando estos han recuperado la visión el gran mastín ha desaparecido pero dejando a las personas sin ánimo para seguir adelante. Don Pedro, guardián de turno fue encontrado botando espuma por la boca y nariz por los ronderos que para suerte de Pedro lo auxiliaron y después de dos horas pudo recobrar la conciencia, y contar el terrible encuentro con este gran perro fantasma, Pedro no más quiso regresar a este trabajo y sus jefes tuvieron que cambiarlo a otra área y desde esa fecha mandan a dos guardianes a cuidar por las noches. Este gran perro hasta el día de hoy tampoco puede descansar en paz porque hasta ahora ronda Pomalca cuidando la propiedad de su amo y cumpliendo el pacto hecho en vida por su amo; en los pocos instantes de este tenebroso encuentro han podido ver a este mastín el gran brillo de sus colmillos de oro fino, por lo que ha sido reconocido por los antiguos jubilados que vieron en vida a este animal acompañando siempre a don Augusto El gran perro mastín fiel mascota de don Augusto de la Piedra, dueño de la hacienda Pomalca y quien lo acompañó por la fábrica y el campo durante toda su existencia, hasta el día de hoy tampoco descansa en paz

LA DONCELLA DE LA COMPUERTA DEL CERRO BORO – VENTARRON
Era una noche de luna llena con el cielo bastante despejado cuando Pacherrez en compañía de su perro y montado en su burro retornaba a su casa en Ventarrón, al llegar a la compuerta próxima al pueblo su perro empezó a ladrar casi llorando y su burro repentinamente se detuvo y levantando las patas delanteras casi tumba a su dueño y empezó a dar fuertes resoplidos negándose a dar un paso mas hacia delante, Pacherrez bajó rápidamente y empezó a jalar a su burro así como animar a su perro a continuar, pero estos se negaban, entonces pensó que algo que estaba delante los asustaba y se adelantó unos pasos, y pudo ver a la orilla de la acequia una mujer sentada que se peinaba su larga cabellera, Pacherrez pensando en la gran cantidad de turistas extranjeros que están llegando, un poco molesto dijo para si: estos gringos cojudos se quedan hasta tarde por acá, su perro que se había pegado entre sus piernas empezó a aullar y la mujer sin decir nada se levantó y se encaminó hacia las alturas del cerro. Sorprendido el por el camino que siguió la mujer, adelantó a su burro e inmediatamente volvió la mirada hacia atrás par ver a la misteriosa mujer y esta vez, la mujer había desaparecido por completo, de pronto sintió un escalofrío y animando a su burro y su perro a seguir adelante alargó los pasos y empezó a vociferar lisuras tratando de darse valor para salir del gran susto que estaba pasando y sin mirar hacia atrás rápidamente prosiguió su camino. Esta mujer es una de las tantas almas de nuestros ancestros que bajan del cerro a mostrarse a ocasionales caminantes en las noches de luna llena.

EL SECRETO DE LA GRAN CHIMENEA
La actual chimenea de ladrillo que se levanta desde la fábrica ocultó por muchos años su gran secreto. Hoy gracias a don Asunción Santa Cruz Torres, descubrimos su gran misterio. Nos cuenta que su abuelo, trabajador de la fábrica un día después de su almuerzo tuvo la necesidad de “ir a ocuparse” y no habiendo un lugar mas cercano se fue al túnel de desfogue de la chimenea, el día anterior la fábrica no había trabajado pero el lugar aún se mantenía muy caliente, ingresó y al no tener con que limpiarse miró alrededor y cogió un papel que encontró más al fondo, lo miró rápidamente y pudo observar que tenía un mensaje escrito con sangre, quiso leerlo pero repentinamente apareció don Augusto de la Piedra y le ordenó que se lo entregara, obedeciendo la orden, él alcanzó el papel en las manos del patrón y se retiró rápidamente y en forma misteriosa, cuando el abuelo de don Asunción ya se había desocupado fue en busca de su patrón para disculparse por no haber salido al baño, pero no lo encontró y preguntó a los demás trabajadores y nadie lo había visto por esos lugares, muy discreto él no se lo dijo a nadie, solo se lo contó a su esposa y fue ella después de 50 años quien se lo contó a don Asunción y hoy el mismo colaborando con esta publicación nos relata esta gran leyenda que confirma el pacto hecho por los antiguos hacendados, un pacto grabado con letras de sangre y oculto en el fondo de la chimenea en donde el abrazador fuego nunca pudo convertir en cenizas un pequeño papel, pero de gran poder por que allí se encontraba grabado “El Gran Pacto”.

LOS CHAUCHICOS DEL CERRO BORO
Un día de invierno del año 1962 el señor Samamé, chofer de don Augusto fue requerido para trasladar a su patrón a las 7 de la noche hacia el cerro Boró, don Augusto muy misterioso aquella fría noche salió rápidamente de su casa y subió al auto sin decir una sola palabra hasta llegar a Boró, ordenó parar el auto, se bajó y le pidió al chofer que allí lo esperara. Samamé se acomodó bien, cerró sus ventanas y se dispuso a dar una pequeña siesta, el viento era tan fuerte que aún dentro del auto el escuchaba el silbido producido con la ramas de los algarrobos. Samamé rápidamente cayó en un profundo sueño y a las pocas horas fue interrumpido por un aterrador grito que lo puso muy nervioso, miró el reloj del auto y justo en ese preciso momento marcaba las 12 de la noche, preocupado por su patrón se dispuso a salir del auto, se tomó un buen trago de yonque y abrió la puerta; cuando el puso el primer pie en el suelo sorpresivamente aparecieron dos enormes perros negros que le impidieron continuar, así que muy nervioso retrocedió e ingresó al carro y se echó llave hasta que llegara su patrón, a los pocos minutos hizo su aparición don Augusto con la cabeza vendada con una pañoleta de color rojo, él le abrió la puerta pero el patrón la volvió a cerrar y le pidió que abra la puerta trasera, él así lo hizo y su patrón ingresó. Durante todo el trayecto de regreso, Samamé pudo escuchar que en el asiento posterior conversaban, pero el, muy discreto no volteó a verlos, Al día siguiente volvió a recibir otra orden, esta vez era pedir al ingeniero Miskuli que le confeccionara 7 cajas de latas que el mismo las llevó al día siguiente junto a su patrón al cerro para que los chauchicos la llenaran de oro. Ese había sido el trato de la noche anterior.

EL BRUJO QUE FUE LLEVADO EN CUERPO Y ALMA
Malaya fue uno de los tantos brujos maleros que vivió en Pomalca, este había hecho un pacto con el diablo para tener el poder que lo hizo muy reconocido en toda la región, en sus mesadas él se convertía en lechuza y alzaba vuelo alrededor de la huaca San Juan e iba hasta el cementerio a pedir ayuda a los muertos. Cada año tenía que entregar el alma de un recién nacido o de pocos meses de edad y tenía que ser de su familia ya sea nietos o sobrinos, por ello su familia y hasta vecinos cercanos, atemorizados se iban a vivir muy lejos con el propósito de no ser alcanzados por su maldición. Este hechicero era visitado por gente malvada haciendo que la gente se aloque, que se separen las parejas, que sufran accidentes y que se mueran. Dicen que el día de su muerte en pleno velorio y a media noche, mientras la compañía tomaba su yonque, masticaba su coca y jugaban casino, de repente ingresó un fuerte viento a la casa y apagó todas las velas, los candiles y las linternas quedando todo en tinieblas, inmediatamente se escuchó un fuerte aleteo que se acercó al cadáver y luego se retiró, los familiares asustados prendieron sus fósforos y se acercaron a prender las velas, luego se acercaron al cajón del muerto y después de mirar al interior rápidamente cerraron la tapa que había permanecido abierta y la aseguraron con un clavo, minutos antes un acompañante que estaba fuera de la casa del sepelio había notado una gran cantidad de lechuzas que se habían posado en el techo del velorio, así como en los árboles cercanos y después de haber prendido las luces, todos escucharon el canto de las lechuzas malagüeras que al unísono dieron un fuerte grito y se retiraron. Al día siguiente el cajón fue llevado en hombros de sus familiares y vecinos, luego del entierro todos los que habían cargado el muerto murmuraban en voz baja que el cajón no pesaba “nada” y solo les parecía que algo se movía dentro como una piedra.

LOS DUENDES
Mucho se oye hablar de los duendes en Pomalca y sus centros poblados hasta el día de hoy, esta es una de las leyendas del pasado y del presente; las pocas personas que los han visto nos aseguran que estos pequeños seres de apariencia de niños por su talla, pero de edad, muy viejos, son morenos, tienen el pelo largo, liso y una barba que les llega hasta las rodillas; estos pequeños fantasmas se llevan a los niños moros, o sea, los niños sin bautizo, por eso se acostumbra acá en Pomalca echar el agua del socorro a los recién nacidos para protegerlos de estos duendes hasta su bautizo; en opinión de algunos, estos duendes son juguetones y no son tan malos como los pintan, sin embargo otros afirman que son malos espíritus, andan vestidos de rojo y viven por los cuarteles de caña y se alimentan de la leche de las papayas verdes y de otras plantas que también dan leche, por eso muchas personas tienen miedo acercarse por la noche a estas plantas así como dejar a un bebé sólo, porque los duendes se lo llevan para convertirlo en un duende mas, si este no ha sido bautizado. Por las noches, cuando en casa apagan las luces y ya están dormidos, entran a la casa y despiertan a los bebés y niños pequeños moros y los llevan a jugar a la sala, muchas familias pomalqueñas han quedado aterrorizadas cuando despiertan y no encuentran a sus niños en cama y los encuentran ya solos jugando en la sala, estos escurridizos duendes no se dejan ver fácilmente por los adultos, por eso cuando hay bebés en casa no debe quedar ropa tendida en el corral o en el patio así como tampoco los juguetes, por que esto atrae a los duendes. Pero estos duendes también se enamoran y son el terror de las solteras pues ingresan por las noches a sus cuartos para enamorarlas y levantarles las sábanas para acariciarlas, dicen que el secreto para ahuyentarlos es untarse con excremento, olor al que no resisten a tal punto de no regresar jamás.

LA RITA
Nos cuenta don Oscar Míñope, que desde muy niño escuchó de sus mayores en Collud que allí vivía una famosa bruja llamada Rita, esta vivía con sus dos menores hijos y era de tanta fama que de todo lado llegaban gente para recibir sus servicios, en especial si estos eran para hacer daño. Por ese entonces, muchos pobladores siempre veían a una pata con sus dos patitos que bajaban de la huaca a bañarse a la acequia, pero que eran muy escurridizos y no podían cazarlos. Un día se pusieron de acuerdo para capturarlos y estando ya cercados, con gran sorpresa vieron que alzaron vuelo hacia la huaca y observaron que aterrizaron en el corral de la casa de la bruja Rita, pero lo que mas les impresionó fue que los pequeños patitos también levantaran vuelo, pues estos aún no tenían plumas, entonces se dieron cuenta que era la bruja Rita con sus dos menores hijos que estaban compactados y así se convertían en patos, por eso a la acequia donde siempre bajaban a bañarse le pusieron el nombre de la acequia “La Rita”.



MI “TACNA” EN LAS PÁGINAS DE LA HISTORIA




                                                                                                  Colaboración: Mg. Augusto Ballena Peche
Estando a solo cuatro años de convertirse en la primera institución educativa centenaria del distrito de Pomalca y a unos cuantos meses de contar con una nueva y moderna infraestructura, la I.E. Nº 11501, más conocida como “Tacna”, emerge no solamente del recuerdo, sino también de los documentos fidedignos para ubicarla, tal y como rezan las primeras letras de su himno: “En las páginas de la historia”.
Se ha tenido la suerte de recuperar las actas de evaluación originales de su fundación, las cuales datan de 1913. Esta escuela empieza a funcionar denominándose “Escuela de varones Tacna” y se inicia con12 alumnos de la sección elemental o preparatoria, 8 de primer año y 4 de segundo año. Al año siguiente y hasta 1942 funcionó atendiendo hasta tercer año. Su primer Director fue el Preceptor Don Augusto Bonilla, quien dirigió esta escuela hasta 1915. En 1916 es reemplazado por el preceptor Don César Augusto Fernández Oliva, quien a su vez es suplido en 1917 hasta 1918 por Don Nazario Córdova. En 1919 asume la Dirección el Preceptor Don Anaximandro Mateo Doig Ortiz, con título de Preceptor Principal de Segundo Grado.
En 1920, los alumnos eran matriculados por sus padres o por sus guardadores (apoderados).
Aparece en las actas de evaluación Don Augusto de la Piedra Lora, hijo de los dueños de la hacienda Pomalca, Don Augusto F. de la Piedra y Doña Laura Lora. Este, inicia sus estudios en 1924 en preparatoria a la edad de 09 años y culmina su tercer año de primaria en 1927, obteniendo 20 en todos los años, como nota de promedio anual. Cabe señalar que Don Augusto no aparece en los libros de asistencia, lo que hace suponer que estudiaba en casa y solo iba a rendir los exámenes finales; así mismo es el primero que se ha matriculado en cuarto y quinto año pero no es evaluado ya que la escuela solo atendía hasta tercer año.
Hasta 1932 se estudiaba de noche y las evaluaciones finales se hacían hasta pasada la medianoche con un jurado examinador nombrado por el Administrador General de la hacienda Ya, en 1933 se empieza a estudiar de día y las evaluaciones finales en ese año se iniciaron a las 14 h y culminaron a las 19:30 h. con un jurado oficial nombrado por el señor Comisionado Escolar de la provincia de Chiclayo.
En el año 1933 los cursos que se enseñaban eran:
En el1er año: Lectura, Aritmética, Geografía, Historia del Perú, Naturaleza y Educación Moral.
En el 2do.año: Lectura, Aritmética, Castellano, Geografía del Perú, Historia del Perú, Naturaleza y Educación Moral.
En el 3er. año: Lectura, Aritmética, Castellano, Geografía del Perú, Historia del Perú, Física, Química, Botánica y Agricultura, Fisiología e Higiene, Zoología y Educación Moral.
En 1934 la escuela toma el nombre de: Escuela Elemental de Varones Particular. A partir de este año pierde el nombre de “Tacna”. En ese año, en lo que va de su historia, se matriculan la mayor cantidad de alumnos en primer año (71 alumnos) cuyas edades oscilaban entre los 7 y 14 años.
Hasta 1937 se matriculaban a los alumnos anotando un solo nombre y su apellido paterno; ya en 1938 se consignaban un nombre y sus dos apellidos. En este año y hasta 1941, la escuela pasa a denominarse: Escuela Elemental, Particular, Oficial de Varones.
En 1942, la escuela pasa a llamarse: Escuela Particular Oficializada de Varones Nº 744.
En 1943, la denominación de la escuela cambia a: Escuela de Varones Fiscalizada de 1er Grado Nº 744. En este año la sección preparatoria toma el nombre de transición de instrucción primaria y por primera vez la matrícula se amplía hasta el 4to.año.
En 1944, nuevamente cambia el nombre por Escuela de Varones de 1er. Grado, Fiscalizada Nº 744. En este año, la matrícula se amplió hasta el 5to. Año. Al año siguiente, o sea en 1945, se estudió hasta 6to.año y sale la primera promoción con primaria completa compuesta por dos alumnos: Ortega Gil Adriano y Cabrera Morales Manuel.
Esta escuela, en 1948, es elevada a la categoría de 2do.Grado y toma el nombre de Escuela de Varones de 2do. Grado, Fiscalizada Nº 744. A partir de este año, aparecen los denominados alumnos libres, quienes estudiaban de noche, ya que trabajaban de día y que Don Anaximandro Doig y Don Gualberto Mujica se encargaban de que sean evaluados como alumnos con matrícula normal, apareciendo en las actas de evaluaciones finales.
La última promoción que tuvo a cargo Don Anaximandro Doig, fue en el año 1951, y en la cual figuran: Aquino Sinfuegos Leonardo, Ascoy Ortiz Mauricio, Bullón Enríquez Heriberto, Lescano Ramírez Abel y Olano Chancafe Leonel. Al año siguiente, exactamente el 17 de febrero de 1952 fallece Don Anaximandro Mateo Doig Ortiz. Este, es reemplazado ese mismo año por Don Arturo Castro Medina, quien asume la Dirección hasta 1955. Cabe mencionar que a partir de este año, la educación primaria, comprendió solo hasta 5to. año.
El 1 de abril de 1956, con R.D. Nº 6586, asume el cargo de Director, Don José Gualberto Mujica Grados.
Un nuevo cambio en su nombre acontece en 1971, pues se le denomina: Centro Educativo de Varones Nº 11501 y mediante R.D. Nº 0141 del 13 de abril de 1981, se le reconoce oficialmente como : Centro Educativo Fiscalizado de varones Nº 11 501.
En 1985, Don Gualberto Mujica cesa en sus funciones, siendo declarado Director vitalicio de la escuela y sucedido en el cargo por el Profesor José Elmer Roncal Chuquilín, asumiendo sus funciones desde el 3 de junio de 1985 hasta febrero de 1990. En su gestión impulsa la celebración del aniversario del C.E. estableciéndose como día central, el 6 de octubre, fecha del nacimiento de Don Gualberto Mujica, en gratitud a su abnegada y proficua labor educativa.
El Sindicato Único de Trabajadores en la Educación de Pomalca y Anexos (SUTEPA), en 1987, logra la transferencia del personal docente de esta escuela al sector estatal.
En 1990 asume interinamente la dirección de la escuela el profesor Salomón Morante Velásquez, siendo sustituido en 1991 por el Prof. Luis Chero Sánchez.
Mediante R.D. Nº 0068-1992 se nombra oficialmente como director de la escuela al Prof. Salomón Morante Velásquez, quien la inserta en el mundo de la informática. Éste cesa en sus funciones en 1998 y el profesor Celso Germán Neciosup Bances asume interinamente la Dirección.
La Lic. Lola Cruz Díaz Caján, a partir del 10 de marzo de 1999 y hasta la actualidad, asume la dirección del plantel.
La escuela cuenta con su himno desde el año 2001, siendo el autor de la letra y música Don César Zambrano Chávez.
En el año 2002 la escuela es denominada Escuela primaria de Menores Nº 11501 y actualmente lleva el nombre de Institución Educativa Nº 11501.
En cuanto a su infraestructura, podemos decir que la escuela comienza a funcionar en unos canchones habilitados para tal fin ubicados en la Calle 9 de 0ctubre; luego en 1950, Don Anaximandro Doig, con la ayuda directa de los señores De la Piedra inician la construcción del local actual, el cual es inaugurado en la gestión de Don Arturo Castro Medina en el año 1955. Este local escolar, actualmente, debido a sus casi 60 años de antigüedad venía poniendo en peligro la integridad física de todos los que la ocupaban por lo que la  Lic. Lola Díaz Caján desde 1999 inicia las gestiones para reemplazar a esta vetusta infraestructura, lo cual se ha logrado gracias a la participación activa y económica de los diferentes consejos directivos de padres de familia y a la gestión del Premier de la nación Dr. Javier Velásquez Quesquén y del actual Alcalde de este distrito, el señor Luis Alberto Ramos Gonzáles.

UNA VISITA A LOS TEMPLO DE LOS ARENALES DE VENTARRÓN

UNA VISITA A LOS TEMPLOS DE LOS ARENALES DE VENTARRON
Sepultados por miles de años bajo cientos de toneladas de arena han salido a la luz los más antiguos templos de barro construidos en las faldas del cerro de Ventarrón. Antiguos peruanos pertenecientes a una gran cultura hasta hace poco desconocida, han sido descubiertos por un equipo de arqueólogos gracias a las impresionantes edificaciones de barro encontradas en los arenales, estos milenarios templos que hoy nos permiten admirar la gran obra creadora de nuestros ancestros me ha motivado a volver a visitar esta zona, así que atraído por el sensacional hallazgo y después de un largo tiempo, una vez mas me dirijo a Ventarrón en un viaje de aventura, caminando desde Pomalca en compañía de mis hijos; después de atravesar largos cuarteles de cañas y huacas entre ellas al fabuloso Collús y Zarpán, llegamos a orillas del cerro Ventarrón; una acequia nos detiene un momento, nos refrescamos y luego cruzamos a través de un puente hecho de troncos, mis hijos se adelantan y se sorprenden al ver un moribundo bosque, una imagen distinta a la que estábamos acostumbrados a ver en nuestras continuas visitas durante los últimos 10 años, apenados podemos contar con los dedos de la mano algarrobos, faiques, zapotes y vichayos, ya no están los alegres chiscos imitando a las demás aves del lugar, ni las ariscas palomas nos sorprenden con sus fuertes aleteos, el pequeño bosque está muriendo, no hay sombra que nos acoja en el camino, apenados seguimos nuestro largo recorrido a orillas del cerro sin mucho que mirar y nada que nos distraiga en el camino,Nos acercamos rápidamente a nuestro destino, cuando de pronto nuevamente nos sorprendemos; la agotadora caminata y el agobiante sol son disipados de nosotros al observar con alegre esperanza casi al ras del suelo cientos de pequeños algarrobos, esta imagen nos devuelve la alegría al imaginarnos que muy pronto el bosque volverá, y con el la vida nos sentamos un momento bajo uno de los pocos algarrobos sobrevivientes de la indiscriminada tala para disfrutar del renaciente bosque, y concluimos que alguien se ha preocupado de sembrarlos, hay una gran variedad de estos, después de retomar energías nos levantamos y atravesando una pequeña loma podemos ver a lo lejos las casas de Ventarrón y empezamos a cruzar las calientes arenas con dirección al cerro, de pronto entre sus pequeñas dunas y mimetizados en el arenal se levantan hacia el cielo decenas de huarequeques que habían pasado desapercibidos a nuestros ojos, el característico bullicio y cantar de su nombre ¡huerequequequeque….! nos dan la señal que estamos acercándonos a estos milenarios templos ubicadas en la parte oeste del cerro Ventarrón. Alzando la mirada ya podemos distinguir cerca de las pircas de piedra un conjunto de muros de adobe, empezamos a escalar en esa dirección, el cansancio está doblegándonos pero la emoción de estar junto a nuestro patrimonio cultural nos da fuerzas, hemos subido unos cincuenta metros de altura y estamos ya en medio de unos largos muros, nos sorprende recordar cuantas veces pasamos cerca y por encima de estos arenales y no imaginarnos cuanta historia y cuanto legado cultural estuvo oculto por miles de años en este grandioso cerro que a esta altura ya nos permite ver los edificios de Chiclayo destacando entre ellos su hermosa catedral;volvemos la mirada hacia el cerro y nos ubicamos un poco mas arriba del templo y girando a su alrededor apreciamos su enigmático diseño arquitectónico en el que nuestras generaciones pasadas se ponían en contacto con sus dioses y con la naturaleza y luego nos preguntamos ¿Con qué intención construirían un templo a esta altura?, ¿A qué dios adorarían?; el porque de su entierro, si fue a propósito o el tiempo se encargó de cubrirlo con arena, después de seguir meditando en la impresionante obra de nuestros antepasados y de sentir la energía que nos brinda sus cuatro milenios de historia empezamos a descender con la satisfacción de haber llegado a nuestro gran legado cultural, nos dirigimos al pueblo de Ventarrón a disfrutar de su tradicional chicha de jora y mientras nos levantamos unos potos de chicha uno de sus mas entusiastas dirigentes, nuestro amigo Rolando Coronel nos informan que la reforestación lo están haciendo los amigos de la Ong. Allin Kay a quienes felicitamos por su gran obra que pronto cambiará el paisaje de esta zona, nos emociona tanto que nos pedimos otra jarra de chicha y hacemos un brindis por el gran potencial Ecológico y Arqueológico para nuestro distrito y por el nuevo atractivo del zoológico que se está implementando gracias al decidido apoyo de la comunidad. Satisfechos de esta caminata turística y ya agotados, tomamos una mototaxi para retornar a nuestra dulce tierra de Pomalca

LA PIEDRA CEREMONIAL DE LOS SACRIFICIOS HUMANOS


LA PIEDRA CEREMONIAL DE LOS SACRIFICIOS HUMANOS
En la parte oeste del cerro Ventarrón junto a los arenales en la parte baja se encuentra un conjunto de rocas que han sido hábilmente talladas y pulidas que impresionan por su descomunal trabajo, algunas tienen la apariencia de grandes asientos con sus respectivos respaldares; estas rocas de unos 2 m de largo por 1 de ancho y de unas 5 toneladas de peso se encuentran integrados formando un impresionante lugar lleno de misterio, pero que al relacionarlo con el hallazgo de un ceramio que representa a un decapitado y que fue extraído muy cerca a este lugar, entendemos que se trataría de un lugar de ceremonias destinados a sacrificios humanos en rituales en la que la ofrenda principal parece haber sido la sangre humana recién extraída de prisioneros vencidos de otras tribus que eran decapitados, desollados, descuartizados para luego beber su sangre con la creencia de prolongar su vida; tanto fue esa práctica en el Perú antiguo que según Donan Christopher llegaron a afectar la fuerza de trabajo y la capacidad reproductiva, pudiendo ser una de las causas de su decadencia. En aquellos tiempos también hubo otros tipos de sacrificios tal como se ha podido conocer en hallazgos del Señor de Sipán en la que la servidumbre fue sacrificada para acompañar a su señor, ya que se creía pasaban a otro mundo y este necesitaba de la compañía para que les sigan sirviendo.