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sábado, 18 de diciembre de 2010

LA ANTIGUA CALERA



El cerro de Casa de Madera también aportó su grano de arena para la elaboración del azúcar

Cerca a Casa de Madera y al margen izquierdo de la carretera se encuentra una pequeña estribación andina de unos 20 m de alto. En la parte media de este cerro conocido como “Cerro de la putería” se encuentra una antigua edificación de forma cilíndrica de unos 4 metros de profundidad construida con piedras y adobes. Esta antigua construcción sirvió desde hace unos 100 años para la elaboración de cal, teniendo como materia prima la roca caliza que en una gran porción formaba parte de este cerro. Nos relata don Nicolás Siesquén, que esta construcción era realmente un gran horno, en la parte inferior se colocaba la leña y encima una capa de piedras caliza, luego se volvía a colocar leña y luego otra capa de rocas calizas y así sucesivamente hasta completar el llenado de la calera. Como ultima capa se cubría con una capa de barro para no dejar escapar el fuego ni humo. Desde la parte inferior se prendía fuego y tres días después se destapaba para recoger las rocas calcinadas, estas se tendían en el suelo sobre mantas y con mazos de madera se golpeaban hasta pulverizarlas, este polvo era pasado por mallas y colado para su traslado a la fábrica. Este polvo era la cal que en este cerro se producía. También nos relata don Nicolás que el año 1943 sus últimos trabajadores, miembros de la misma familia de apellido Carbajal decidieron abandonarla por la muerte sucesiva de 6 de ellos durante los últimos años quienes murieron botando sangre por la boca, por este motivo la producción de cal se trasladó al costado de la fábrica donde se construyó un horno, hasta donde se llevaba la piedra caliza proveniente de este cerro. Cuando se terminó la caliza empezó a traerse de Saltur y en ocasiones se compraba ya preparada la cal de Zaña. La finalidad de la producción de cal era para agregarle al jugo de la caña, por ser un ingrediente muy importante para la elaboración del azúcar.
Esta cal era vaciada cerca a los trapiches para luego ser preparada con agua y obtener la lechada de cal, luego se colaba y era mezclada con el jugo de la caña obtenido en la etapa de molienda para reaccionar con los fosfatos contenidos en los jugos y posibilitar su purificación, así como para elevar el pH con el objetivo de minimizar las posibles pérdidas de sacarosa. El pH ideal es de 8 a 8.5, el cual nos da un jugo brillante, volumen de cachaza, aumenta la temperatura entre el jugo mixto y clarificado y se evita la destrucción de la glucosa e inversiones posteriores. Para una buena clarificación se necesita que la cantidad de cal sea correcta ya que esto puede variar la calidad de los jugos que se obtienen. La cal también ayuda a precipitar impurezas orgánicas o inorgánicas que vienen en el jugo, y para aumentar o acelerar su poder coagulante, se eleva la temperatura del jugo encalado mediante un sistema de tubos calentadores para formar la cachaza y el jugo claro queda en la parte superior del tanque. Don Martín Olivos nos relata también que por los años cincuenta del siglo pasado, para la elaboración del azúcar blanca se empleaba un ingrediente preparado con conchas marinas traídas desde Eten, estas conchas junto a huesos de todo tipo que eran comprados, ¿Quién sabe donde?, ingresaban a un horno y luego eran pulverizados por unas masas para luego agregarles a grandes tanques que contenían el agua azucarada preparada con el azúcar envasado en los sacos de yute del almacén.

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