Año 1964, los hacendados de la Piedra, como todos los años inician la reparación general de su fábrica, pero esta vez seleccionan un grupo de obreros del ferrocarril y les dan entrenamiento en el manejo de vehículos motorizados, se empiezan a asfaltar las carreteras, se instala la mesa alimentadora y de esta manera Pomalca se preparaba para la llegada de los 6 primeros traylers de la marca oshkosh que iniciarían una nueva etapa en el transporte de caña. El ferrocarril pasaría a ser historia, solo continuó unos años más con el transporte del azúcar. Don Antonio Silva Anticona, maquinista de la hacienda, nos relata que él escuchó de don Juan de la Piedra que un millón trescientos mil fue el costo de cada uno de los Traylers, veintiún millones el precio de la mesa alimentadora y el asfaltado tenía un costo de veinte millones. Ahora el traslado de las cañas hacia la fábrica irán a mayor velocidad. Este avance tecnológico y el alto costo fue puesto muy en claro en oídos de los choferes de estos traylers que reciben instrucciones muy precisas, estos vehículos son altamente costosos y por ningún motivo deben ser expuestos a accidentes. La carretera, que también tenía un alto costo había sido construida exclusivamente para el recorrido de los traylers, y estaban totalmente prohibidos de transitar por ella las personas y animales. Según los hacendados ninguna persona tenía más valor que un vehículo, así que la orden era: Si estos obstaculizaban al tráiler, el chofer tenía la orden de pasar por encima, no podía frenar bruscamente ni hacer maniobras que pudiesen provocar la volcadura de estos vehículos. Hoy, después de 46 años de la llegada de estos vehículos que desplazaron al ferrocarril, aún podemos observar a uno de estos traylers que dejó la época de la hacienda brindando su gran servicio del traslado de las dulces cañas.
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