EL CETRO MALÉFICO
Relato: Marco Llontop
Era una medianoche de invierno del año 1969 cuando la tranquilidad de todos
los miembros de una familia de El Combo se vio interrumpida por los aterradores gritos de Juana. Ella era la hija mayor de la
familia y parecía haber sido poseída por el diablo. Sus grandes saltos en
posición de acostada, los espeluznantes gritos, voz estremecedora y palabras
amenazadoras pusieron en trance a todos. Sus
padres se le abalanzaron para ayudarla,
mientras sus hermanos rezaban y su tío vociferaba palabras groseras y
amenazadoras en contra del demonio, al cual pedía que la abandone. Todos se
preguntaban ¿Qué provocó esta horrible situación?.
Raúl, el hermano de Juana, llamó a
su tío Pedro y en voz baja le dijo: ¿No será el cetro de chonta que encontré en la huaca y lo escondí debajo del
colchón de mi hermana Juana? El tío de Juana de inmediato entendió lo que
pasaba, corrió hacia la mesa, tomó la
botella de yonque y tomándose 7 tragos, corrió nuevamente hacia su sobrina, y
con la ayuda de los padres de Juana levantaron a la poseída, la pusieron en la
cama del costado y pidiendo a los demás que se retiraran del cuarto, levantó el
colchón, y lanzando fuertes y feroces gritos con palabras amenazadoras, le ordenaba al demonio salir de la casa,
mientras él sacaba al maléfico
cetro que había provocado la posesión
demoniaca en Juana. Luego pidió que le sacaran un poco de brazas de la cocina,
leña y un poco de kerosene. Antes de tirar el cetro, pudo observar la horrible
imagen tallada en el cetro que había provocado tan terrible mal en Juana. El
cetro ardió en grandes llamas desprendiendo
un pestilente olor y humaredas negras formando fantasmales figuras.
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