ANILLOS DE
CRECIMIENTO DE POMALCA
Según referencias de los más antiguos pobladores de
Pomalca, nos señalan que las viviendas
de los obreros, o ranchería como fue conocida por ese entonces, tenían como límite por el Oeste a la acequia
que evacuaba el desagüe de la fábrica (cachaza). Este desagüe salía del parque infantil en línea recta, y
luego de unos 100 metros se dirigía en diagonal hasta los canchones; dentro de
esta área, apenas se ubicaban una docena de manzanas de viviendas; tres eran
destinadas a los canchones que servían para el hospedaje de los obreros de las
contratas que no tenían aquí su familia y que pasaban largas temporadas acá en
Pomalca. Otras manzanas estaban destinadas a la escuela, depósitos y tambos.
Pasando este desagüe existían unas 40 familias que tenían sus casas de quincha,
al que se le conocía como “Las Delicias”.Por el lado Este, pasando la fábrica
se encontraba una gran población del Pomalca de ese entonces. Según nos relata
don Sergio Aurelio Villanueva Torres, este lugar se llamaba Pueblo Nuevo, sus
viviendas eran de quincha, y aproximadamente hubo unas doscientas viviendas.
Otro grupo de familias residía en el lugar denominado la curva de la tía Julia.
Por el año 1942 se cambia la dirección
del desagüe, se quita la diagonal y se continua en línea recta hasta la
dirección del actual Parque Túpac Amaru y por allí se construye la nueva
acequia de la cachaza, convirtiéndose en el nuevo límite.En esta
ampliación se construyen nuevas manzanas
de viviendas. En el año 1951 ocurre un gran fenómeno del Niño y destruye por
completo a Pueblo Nuevo , así como también a Las Delicias, los hacendados
nuevamente cambian la dirección del desagüe de la fábrica y construyen más
viviendas para trasladar a los habitantes de Pueblo Nuevo, quienes pasan a
formar parte de Las Delicias.Con esta nueva ampliación se llega hasta finales de la hacienda. En la época
cooperativa se construyen San Juan y Miraflores y se entrega el terreno
para el C.P. Veinte de Enero para sus trabajadores.
Cabe mencionar que en el periodo cooperativo una compañía
presentó un proyecto
para reconstruir todo Pomalca con viviendas de material noble, pistas y veredas
para ser pagada en 20 años, este proyecto no fue aceptado por los
administradores, desaprovechando esta gran oportunidad, sino, otra fuera
nuestra historia.
En los últimos años una gran población de familias sin vivienda,
en su mayoría descendientes de obreros
origina diversas invasiones a los alrededores y como consecuencia Pomalca
toma nuevamente otra fisonomía.
LOS CANCHONES
Pomalca
tuvo su origen y desarrollo con la caña
de azúcar, y a la medida que esta hacienda crecía, allá por los primeros años
del siglo XX, aumentó también la
necesidad de mano de obra. Esta situación atrajo la concentración de obreros
migrantes de Cajamarca y Piura. Al inicio la gran mayoría de obreros llegaban
contratados por un “enganchador” quien
los socorría con el traslado y con adelanto de dinero; pero años después, los
obreros llagaban por cuenta propia.
Estos
obreros, que en su mayoría llegaban sin familia, eran alojados en grandes salones llamados canchones. Estos
locales tenían pequeños compartimientos solo para sus “tarimas” de hasta tres niveles. En otras palabras eran
sus camarotes de tres pisos. También
contaban con un pequeño espacio para la cocina. En estos canchones los obreros preparaban
su desayuno y la merienda, ya que los almuerzos lo hacían en el campo de trabajo.
Don Toribio Vásquez Delgado no relata que por el año 1945 habían siete grandes
canchones ubicados entre las calles San Vicente y San Agustín (Ver Plano) y en
ellos los alojaban de acuerdo a su origen. Los chotanos se ubicaban en el
canchón 50 ubicado en la calle Chiclayo
entre San Carlos y San Vicente, los de Bambamarca se alojaban en el de la calle
San Vicente,
Los
de Cutervo, Chiguirip y Tacabamba se alojaban en los tres canchones ubicados en
la calle Chiclayo entre San Vicente y San Agustín. El gobernador de Pomalca
tomaba muy en cuenta su lugar de origen para ubicarlos en diferentes canchones
para evitar enfrentamientos entre ellos, ya que había una gran rivalidad,
especialmente entre chotanos y cutervinos. Nos dice don Toribio, que cuando los
chotanos estaban bajo el efecto del alcohol se sacaban el poncho y lo
arrastraban, provocando que alguien lo pisara. Si alguien se atrevía a pisarlo, el chotano sacaba el machete de su
funda o su cuchillo y se plantaba a quien se atreviera. De ahí la famosa frase:
“A mi nadie me pisa el Poncho”, por esta y por otras causas, muchas muertes
hubo en las cercanías de estos canchones, por ello una de estas calles donde
ocurrieron mas de diez muertes, le llamaron “calle peligro”.
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