Un grupo de esclavos de la hacienda Pomalca, cansados de soportar el aumento de trabajo, la reducción de la comida y otros maltratos, la noche del 4 de octubre d 1807, después de rezar en la capilla se introdujeron a la casa hacienda y capturaron al mayordomo Josef Pastrana, luego que este fracasara en el intento de alcanzar su arma, lo desnudaron y lo ataron al poste donde él hacía azotar a los esclavos, lo flagelaron a razón de 4 azotes por cada esclavo. El plan era solo castigarlo y expulsarlo de la hacienda, pero en la conmoción uno de los esclavos lo golpeó en la cabeza y el mayordomo murió en el mismo tronco donde él atormentaba a los esclavos. Luego de la detención de los esclavos rebeldes y ser sometidos a juicio, se pudo constatar que el mayordomo ya había sido objeto de intento semejante en una hacienda de Trujillo, pues no solo hacía dar 20 azotes que era lo máximo permitido si no que castigaba hasta con 100 azotes y les echaba aguardiente con sal sobre la piel lacerada, los esclavos rebeldes dijeron también que era inútil quejarse al amo porque estaba lejos.
Los esclavos rebeldes que participaron de este suceso fueron: Félix de Cantarisia, Josef Joaquín, Manuel Banguela, Manuel Pinillo y Domingo Gordillo, todos fueron condenados a 10 años de prisión en el Callao y recibir 50 azotes, Cantarisia por ser el dirigente recibiría 200 azotes. Entre la mujeres que participaron, la negra Tomasa fue condenada a 50 azotes y a 10 años de destierro en el Beaterio de Amparadas de Lima, Dorotea y Mercedes deberían ser vendidas fuera de la provincia y ninguno de ellos debería volver, los demás esclavos fueron amonestados y advertidos. Este castigo se cumplió el 24 de mayo de 1808.
Un hecho notable que destacar en esta rebelión es que los demás esclavos de la hacienda se preocuparon por liberar a sus compañeros presos y castigar a los esclavos cómplices del mayordomo, como a la esclava Juana que era la amante del mayordomo y que influía en sus atroces castigos.
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