EL PITO DE LA FÁBRICA

Por aproximadamente casi un siglo, Pomalca y sus alrededores ha escuchado el peculiar sonido de un pito de un viejo barco a vapor, como si este se hubiera perdido en medio de los extensos cañaverales. Exactamente no se sabe desde que año este pito fue instalado en el interior de la fábrica para aprovechar la gran cantidad de vapor que se genera en esta y poder alertar a los obreros para alistarse y dirigirse a sus labores. Siempre se ha comentado que este enorme pito perteneció a un barco. Don Martín Olivos nos dice que es muy posible que haya pertenecido a un barco llamado “Limarí” que encalló en el puerto de Santa Rosa en el límite con Pimentel y que hasta la fecha se le puede ver parte de la proa asomando entre las fuertes olas y resistiendo por años la brisa marina. Como lo había mencionado en el artículo “Pueblo Nuevo, el anexo desaparecido”, este barco ya encallado fue adquirido por los señores de la Piedra, dueños de la hacienda Pomalca, para de sus instalaciones de madera y otras cosas que pudieron recuperarse ser utilizarlas en su hacienda, entre ellos este pito que funcionaba a vapor.
Don Julio Salazar Berríos nos relata que él era el encargado de su mantenimiento y su reparación por los años 70. Este pito se ubica en la parte alta de un tubo de caldera de 3 pulgadas y al soltar a través de ella el vapor de 350 libras de presión produce el vencimiento del resorte y la abertura de las válvulas produciéndose el ensordecedor ruido. Este fuerte sonido tiene un alcance de unos 6 km de distancia a la redonda.
Este pito muy puntual ya se le escuchaba desde los años 30 del siglo y milenio pasado, el primer pito del día se daba a las 3 de la madrugada llamando a quienes tenían que acudir por sus 12 horas de trabajo, el año 1962 con el logro de la jornada de 8 horas este pito cambió su sonar a las 4 de la mañana, luego a las 12 del mediodía y luego el de las 8 de la noche. También producía su sonido en casos de falta de agua en la fábrica o en casos de urgencia, como incendios en la bagacera. El más esperado sonar de este pito hasta la fecha es el que anuncia las doce de la noche para la navidad y el año nuevo.