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lunes, 3 de diciembre de 2012

LOS CANCHONES



LOS CANCHONES
Pomalca  tuvo su origen y desarrollo con la caña de azúcar, y a la medida que esta hacienda crecía, allá por los primeros años del siglo XX,  aumentó también la necesidad de mano de obra. Esta situación atrajo la concentración de obreros migrantes de Cajamarca y Piura. Al inicio la gran mayoría de obreros llegaban contratados por un “enganchador”  quien los socorría con el traslado y con adelanto de dinero; pero años después, los obreros llagaban por cuenta propia.
Estos obreros, que en su mayoría llegaban sin familia, eran alojados  en grandes salones llamados canchones. Estos locales tenían pequeños compartimientos solo para sus “tarimas”  de hasta tres niveles. En otras palabras eran sus   camarotes de tres pisos. También contaban con un pequeño espacio para la cocina. En estos canchones los obreros preparaban su desayuno y la merienda, ya que los almuerzos lo hacían en el campo de trabajo. Don Toribio Vásquez Delgado no relata que por el año 1945 habían siete grandes canchones ubicados entre las calles San Vicente y San Agustín (Ver Plano) y en ellos los alojaban de acuerdo a su origen. Los chotanos se ubicaban en el canchón 50 ubicado  en la calle Chiclayo entre San Carlos y San Vicente, los de Bambamarca se alojaban en el de la calle San Vicente,
Los de Cutervo, Chiguirip y Tacabamba se alojaban en los tres canchones ubicados en la calle Chiclayo entre San Vicente y San Agustín. y los piuranos e los canchones vecinos. El gobernador de Pomalca tomaba muy en cuenta su lugar de origen para ubicarlos en diferentes canchones para evitar enfrentamientos entre ellos, ya que había una gran rivalidad, especialmente entre chotanos y cutervinos. Nos dice don Toribio, que cuando los chotanos estaban bajo el efecto del alcohol se sacaban el poncho y lo arrastraban, provocando que alguien lo pisara. Si alguien se atrevía  a pisarlo, el chotano sacaba el machete de su funda o su cuchillo y se plantaba a quien se atreviera. De ahí la famosa frase: “A mi nadie me pisa el Poncho”, por esta y por otras causas, muchas muertes hubo en las cercanías de estos canchones, por ello una de estas calles donde ocurrieron mas de diez muertes, le llamaron “calle peligro”.

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