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viernes, 1 de julio de 2011

EL CAPAC ÑAM



El Cápac Ñan o El Camino Real, traducido del Quechua al Castellano, era el camino más importante en el Imperio Incaico. Con una longitud de 5200 kilómetros unía desde Quito (Ecuador), pasaba por Cajamarca, Cusco y terminaba en lo que hoy es Tucumán (Argentina); atravesaba montañas y sierras, con alturas hasta de 5 000 metros. El Camino de la Costa (o Camino de los Llanos), tenía una extensión de 4.000 kilómetros y en su mayor parte iba paralelo al mar y se unía con el Cápac Ñan por muchas conexiones. Tanto en el Cápac Ñan como en el Camino de la Costa existían cada cierto tramo (14 km. Aproximadamente, según el Capitán y cronista Cristóbal de Mena ) tambos en donde se almacenaban granos y otros alimentos que eran usados por el ejército imperialista del Inca cuando salía en campaña de conquista o para abastecer a las muchedumbres emigrantes durante los mitimaes. La presencia del Tambo Inca de Ventarrón es una prueba de que, por nuestro distrito pasaba este famoso camino Inca.
Según el cronista Cieza de León, estos caminos eran amplios y cómodos, flaqueados por tapiales y con mucha sombra producida por los árboles que habían plantado a cada lado. El ancho de ambos caminos era de unos cuatro metros.
El historiador Juan José Vega, en su libro Pizarro en Lambayeque, centra su investigación en describir la ruta cubierta por Francisco Pizarro en su viaje hacia Cajamarca, desde el alto Piura hasta Collique. Nos relata que al llegar por estas tierras avanzó con su expedición de españoles, indios y negros, en pos del camino de las sierras que conduciría hacia el lugar en donde se suponía que se hallaba Atahualpa. Así, llegó a un valle bien poblado, por el cual pasa un río furioso y grande; Hernando Pizarro y Hernando de Soto se adelantaron con alguna gente y lo pasaron nadando: porque habían dicho que en un pueblo adelante había mucha riqueza: llegando al pueblo cerca de la noche hallando a la mayor parte de la gente escondida.
Era el 29 de octubre de 1532. Francisco Pizarro decidió seguir a sus capitanes de vanguardia, rumbo al sur, hacia ese Cinto del cual tanto se hablaba, sitio célebre que algunos denominaban Centu, otros Sintú y también Xintu. Para llegar a él debía pasar cerca de varios poblezuelos, alguno de los cuales ya se llamaba seguramente Chiclayo. Cuenta la crónica que “pasaron el río en balsas de calabazos los que no sabían nadar” Este río, sobre el cual tantos rastros han quedado, no es otro que el actual Chancay cuyos otros nombres son: por zonas o por lenguas nativas diversas, Cinto, Centú, Yampayec, Collique y Faquisllanga. Hoy lo conocemos como rio Reque y los pomalqueños, como el río de Ventarrón.
Documentos de los Registros Públicos del año 1871 hacen mención que el límite entre las haciendas Pomalca y Collud era El Camino Real que se dirigía desde Chiclayo hacia Zaña y que era parte del famoso Camino del Inca que continuaba hasta Cajamarca.
Aún hoy día podemos observar algunos tramos de estos antiguos caminos en Ventarrón así como también por El Tutumo, atravesando en su recorrido por lugares ceremoniales como el Petroglifo de la Montaña Sagrada de Ventarrón y en la misma dirección El Tambo Inca. Estos caminos comunicaban en su tiempo los principales reinos locales que tenían como centro principal sus templos, hoy nosotros los llamamos huacas y en gran número los encontramos en nuestro distrito.
Este Antiguo Camino Inca es otro de los grandes potenciales turísticos que tenemos y que bien puede promocionarse como atractivo para la caminata y el turismo de aventura.

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